Magdalena de Suecia vive su primavera dorada
en Nueva York. El anonimato que la ciudad le proporciona a ella y a su familia
le permite llevar una vida lo más normal que podría esperar. Lejos de los protocolos
y el acoso de la prensa sueca, Magdalena puede educar a su hija lejos de la
corte, eso sí, a un alto precio.
La hija pequeña de los reyes de
Suecia eligió tras la polémica y comentada ruptura con su anterior prometido
trasladar su residencia a Nueva York, donde tenía la sede principal una de las
asociaciones amadrinadas por la reina Silvia. Childhood fue el refugio perfecto
para la recuperación sentimental de la princesa.
Durante su estancia, conoció a su
esposo, Chris O´Neill, con quien desde hace pocos meses comparte una hija, la
princesa Leonor de Suecia. No obstante, aunque la residencia de la pareja está
fijada en Estados Unidos pronto deberán decidir si esa es la mejor opción para
su pequeña.
Según dictan las leyes suecas, la
pequeña Leonor no será princesa a todos los efectos ni tendrá opción a ocupar
su plaza en la línea de sucesión al trono si no es educada en Suecia.
Aunque el agradable anonimato del
que disfrutan en Nueva York puede resultar del todo tentador, el regreso a
Estocolmo comienza a llamar a la puerta de la princesa Magdalena.
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