La princesa Charlène de Mónaco, esposa del príncipe Alberto,
soberano del Principado ha cumplido esta semana 36 años. Pese a su intención de
tener hijos con su marido, a Charlène se le agota el tiempo para quedarse
embarazada.
Una vez superados estos dos obstáculos, impuestos a sí misma
por la princesa, el pueblo monegasco espera que a lo largo de este año se
anuncie el tan esperado embarazo de Charlène.
Aunque durante los últimos meses muchos han sido los rumores
acerca de un posible embarazo de la ex nadadora, ninguno de ellos fue finalmente
confirmado.
Esta situación está generando cierta impaciencia en el
matrimonio, sobre todo en este último año, cuando Andrea y Carlota Casiraghi, herederos
directos de Alberto, han tenido un hijo cada uno con sus respectivas parejas.
Si finalmente el matrimonio principesco no diera a luz un
heredero, sería Carolina de Mónaco, seguida por su hijo Andrea, los que se
encargarían de perpetuar la dinastía en Mónaco.
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